Reconocimiento de la Gloria de Dios

cvryosoy1El catecismo bautista enseña en su primera pregunta: ¿Cuál es la finalidad principal del hombre? La finalidad principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre.
No es casualidad que esta sea la pregunta que dé inicio a los catecismos de Westminster y el Bautista, ya que la gloria de Dios es la esencia de TODO. Todas las cosas Dios las ha hecho para su propia gloria y nada existe sin ese fin; aun cuando vemos una persona que blasfema el nombre del Señor y rechaza su existencia, en ella Dios se verá glorificado, ya sea salvándolo si es que ha sido escogido por Él, o bien, en su condenación dará también gloria a Dios por sus justos juicios.

La vida cristiana está fundada en el principio de dar gloria a Dios. Es fácil que alguien pueda con sus palabras profesar fe, de igual manera muchos dicen profesar fe mediante obras justas, otros lo hacen a través de una buena moral; sin embargo, nada de esto garantiza que la fe sea genuina. La fe verdadera es demostrada fuertemente por alguien que con reverencia y pasión procura la gloria de Dios en cada pensamiento y acción, esto va más allá de las palabras. Darle gloria a Dios implica humillar el corazón y reconocer que no se es digno en absoluto y todo es por gracia. Significa sentirse un miserable al lado de un Ser Supremo y Majestuoso que no tiene comparación. Es reconocer que nuestras vidas no nos pertenecen y somos propiedad de Dios. Dar gloria a Dios es pensar de Él lo que Dios mismo ha revelado y actuar como Él mismo lo ha demandado.
No existe gloria a Dios donde no hay sumisión a Su Palabra.

¿Qué significa gloria?

La raíz de la palabra gloria en griego significa “opinión”, “parecer”. Doxa, es la palabra utilizada en griego para referirse a gloria, por lo cual cuando hablamos de glorificar a Dios lo que estamos diciendo es dar reconocimiento de lo que Él es, tener una buena opinión de Dios. También la palabra doxa se utiliza para describir majestuosidad, honor y alabanza.

En su libro Rasgos distintivos del verdadero cristiano Gardiner Spring escribe acertadamente:

“Dios ha creado todas las cosa para su propia gloria (Ro 11:36). Es el deber de toda criatura inteligente darle a Dios todo el honor y reconocimiento de manera voluntaria, aunque desde luego una persona sin vida espiritual no es capaz de glorificar a Dios pues en su estado natural el corazón del hombre está inclinado al mal y a buscar solamente su satisfacción personal y justo por eso es que la dedicación al honor y la gloria de Dios son evidencia de tener vida espiritual”.

Solo el cristiano debido a la regeneración que Dios ha producido en Él es capaz de someterse voluntariamente al Señor y así reconocer Su Gloria, pero el inconverso está desprovisto de la gracia que lo mueva a dedicar su vida a Cristo. Ahora bien, es de suma importancia aclarar que Dios nunca deja der glorioso, Él no necesita de la alabanza de los hombres ni de ángeles para mantener su gloria, su esencia es gloriosa y las criaturas no lo alaban y se someten para hacerle glorioso, sino más bien que por ser glorioso es que existe la responsabilidad de cada ser inteligente de darle la gloria debida a Su Nombre.

Lamentablemente en estos tiempos modernos de tanto extravío doctrinal, el concepto de glorificar a Dios se ha desviado grandemente y se ha visto reducido a casi nada, al punto de que para muchos glorificar es sinónimo de cantar. Esto hace necesario que veamos qué cosas no necesariamente son genuinas en cuanto a glorificar a Dios y qué cosas sí lo son.

¿Qué cosas no necesariamente es glorificar a Dios?

  • Cantar salmos, himnos, etc.
  • Hablar de la Biblia.
  • Hacer buenas obras.
  • Hacer uso de la frase: “Yo le doy gloria a Dios”.
  • Hablarle a Dios.

 ¿Cómo realmente es que podemos glorificar a Dios en nuestras vidas?

  • Teniendo fe y seguridad en que Él es nuestro Creador y el de todas las cosas y todo por Él subsiste (He 11:3, Col 1:15-19).
  • Alabando su glorioso Nombre cantando con entendimiento y con un corazón agradecido (Ap 4:8-11).
  • Mostrando el reflejo del carácter del Cristo en nosotros (1P 2:11-12).
  • Compartiendo el mensaje del Evangelio con el único propósito de engrandecer al Señor (2Co 4:5-7).
  • Negándonos a nosotros mismos con tal de no hacer tropezar a nuestro hermano (1Co 10:31).
  • Produciendo frutos de justicia que sean permanentes (Jn 15:8).
  • Orar en el nombre de Jesús (Jn 14:13).

Podemos ver que el concepto de glorificar a Dios radica en un corazón obediente y crédulo y no en las palabras pronunciadas de corazones irreverentes y engañosos. Esto evidentemente nos hace un llamado al autoexamen para darnos cuenta si de verdad nuestra vida tiene por objetivo exaltar y glorificar al Único Dios Verdadero o si al contrario, lo que buscamos es nuestro reconocimiento. El profeta Juan el Bautista dio en el clavo en lo que glorificar a Dios se refiere: Es necesario que Él (Cristo) crezca, pero que yo mengüe (Jn 3:30). Así mismo es el sentir de todo verdadero creyente.
Quizá muchos tan siquiera se han detenido a pensar por qué se debe glorificar a Dios, o bien, sus pensamientos no son correctos y radican solo en una visión egoísta. Así que es preciso conocer las principales razones por las cuales Dios merece la gloria y el honor.

¿Por qué razones debemos glorificar a Dios?

  • Por su santidad (Sal 99:9).
  • Por su misericordia y verdad (Sal 115:1).
  • Por su fidelidad y verdad (Is 25:1).
  • Por sus obras maravillosas (Mt 15:31).
  • Por sus juicios (Ap 14:7).
  • Por su salvación (Sal 50:15).
  • Por su gracia (Hch 11:18).

Teniendo estas razones reveladas en las Sagradas Escrituras es suficiente para pasar postrados delante de Dios en oración y súplica constante. Aun cuando no sepamos qué pedir en oración, podemos solo exaltar su grandeza y santidad reconociendo sus grandes obras y su salvación.

 ¿Qué sucede con los que no glorifican a Dios?

Para finalizar este breve estudio es preciso dar a conocer el fin de todas aquellas personas que rechazaron darle la gloria a Dios y dieron la espalda a sus ordenanzas. Ellas finalmente glorificarán a Dios en la condenación demostrando así la veracidad del Creador y su juicio justo. Serán lanzados al lago de fuego donde vivirán en tormento eterno por cuanto no tuvieron en cuenta a Dios. Este pecado de no glorificar a Dios robando su gloria y honor, es el que conlleva a la muerte y condenación eterna (Hch 12:22-23, Ro 1:18-21).
Si es este tu caso te súplico que corras a los pies de Cristo e implores su salvación, tu pecado solo Jesús es capaz de perdonarlo y si no te vuelves a Él entonces la más terrible ira te espera y horrenda cosa es caer en manos del Dios Vivo.

Que el Señor Jesucristo y su Santo Espíritu alumbren nuestro entendimiento para conocerle más profundamente de manera tal que glorifiquemos a Dios como es debido. Que mengue nuestro ser para que Cristo, la gloria del Padre, crezca y brille en nosotros. Señor danos un corazón entendido y sumiso y concédemos el vivir para ti con la máxima pasión, gastándonos en nuestro ser exterior pero renovándonos en el interior a fin de darte a conocer en este mundo lleno de maldad y oscuridad. Amén!

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2 respuestas a Reconocimiento de la Gloria de Dios

  1. lester7cr dijo:

    Excelente aporte. Gloria al Señor por Su Palabra. Un abrazo mi hermano.

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